El Laberinto es aquella terquedad infinita. El Laberinto significa incertidumbre.
Es
un camino de sobresaltos, de vaivenes que secuestran la verdad. El Laberinto
es necio,no olvida, nada pasa desapercibido. Es un enredo que desenreda.
El Laberinto de la Terquedad, es la manera más necia de llegar a la verdad.
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viernes, 20 de febrero de 2009

El Movimiento del Cinturón Verde


Wangari Muta Maathai ganó el Premio Nobel en 2004 tras una vida de lucha, defensa y movimiento en favor de la naturaleza. La keniata germinó bosques de conciencias, que cambiaron su entorno. Se propuso pelear contra el calentamiento global y rescatar al mundo de su inminente decadencia.
“Maathai se convirtió en enemiga del sistema, desde que, en 1977, sembró siete árboles en su jardín y, con ello, la semilla del Green Belt Movement”, comenta Hiroshi Takahashi, en la entrevista que le realizó a la primera mujer africana en ser galardonada con el Premio Nobel de la Paz, publicada por La Revista, el 28 de febrero de 2005.
Además de su enemistad con diferentes gobiernos y de sus constantes visitas a la cárcel, Muta Maathai buscó la manera de situar a la mujer africana en igualdad de condiciones que los hombres y también abogó por la justa democratización de los derechos humanos.
Takahashi describe que, “El comité noruego retó al mundo al otorgarle el Premio Nobel, dice Wangari, porque amplía el significado de paz: no puede existir paz sin desarrollo sustentable, y no puede haber desarrollo sin una mejor administración de la tierra y sin espacios democráticos”.
El Movimiento del Cinturón Verde de Wangari Maathai no sólo ha evitado la erosión del suelo keniano a través de sus más de 30 millones de árboles plantados, sino que por medio de la lucha ambiental mejoró la calidad de vida de los kenianos.
La Mujer Árbol, como le dicen a la Nobel de la Paz, logró despertar la esencia del ser humano. A través de su activismo estimuló el alma de los individuos y los condujo al renacimiento de su ser. La naturaleza es la madre de la vida y las personas forman parte de ella, pero se han dado la tarea de descuidarla y destruirla, muchas veces inconcientemente y otras tantas, por desgracia, a drede.
La revolución ecológica de Maathai es importante por su lucha en contra del cambio climático y sus terribles consecuencias, y sobre todo por que pone en entredicho el papel de las grandes fábricas y corporativos que deterioran el ambiente y se preocupan únicamente por sus ganancias, deshumanizando la vida.

jueves, 19 de febrero de 2009

lunes, 16 de febrero de 2009

Spencer Tunik: la igualdad de los cuerpos


Al desnudarse todos eran por fin seres humanos. Diferentes, pero iguales en el más puro significado de la vida. Animales que nacen, crecen, se reproducen, envejecen y mueren. Seres concientes del momento, mentalmente libres y expectantes del ingenio del artista estadounidense. El frío de las seis de la mañana en plancha del zócalo y en las paredes de algunos edificios coloniales del centro de la ciudad más grande del mundo, era calmado por el roce de los cuerpos, que en ocasiones sentían el calor expirado por las mujeres y los hombres que sólo significaban sexos.
La conjunción de las mujeres y hombres desnudos de ese 6 de mayo rompieron el récord de las conglomeraciones que había representado Tunik. Esa masa de cuerpos flotantes entre la realidad vivida y el surrealismo creado por el fotógrafo, generó imágenes extrañas, figuras impensadas. Todo un bloque de cuerpos, que desde las alturas con las fotos del norteamericano, hacen más iguales a las personas desde esa perspectiva, todavía más que la sensación desde el suelo, cuerpo a cuerpo, igual a igual.
Luego llegó el momento de las mujeres, todas acostadas, acurrucadas unas sobre otras. Los hombres dejaron de ser iguales y recordaron que eran gañanes, patanes, lujuriosos. Tomaron fotos con alevosía y ventaja. Las mujeres, algunas molestas y otras mentalmente por encima de la situación, siguieron las instrucciones. Otro día también posaron juntas en la casa azul, la casa de Frida. Todas con las facciones de la pintora, todas con el mismo peinado, todas desnudas e iguales. El surrealismo tomó otro nivel en ese museo-casa de Frida Kalho. Muchas fridas viendo de frente, afrontando la realidad, con un sueño, con una imagen impresionante.
Spencer Tunik trajo a México un bloque de desnudos y un conjunto de liberalismos necesarios para la mente, en un momento preciso. En la plancha, la que ha fungido como núcleo del movimiento social, como centro del intelectualismo, llamó a la igualdad, a retomar el valor principal de la humanidad, el fundamento, el nacimiento.
Y la igualdad sin deformidades, todos con las mismas características. Sin discriminaciones: varias personas discapacitadas, en la silla de ruedas, con el bastón. Todos presentes y todos con la obligación de acomodarse a la posición sugerida. Un loco que toma locuras, locuras reales, locuras verdaderas.

domingo, 15 de febrero de 2009

Sonidos del Bajocentro


Batería, contrabajo, saxofón, guitarra. Notas y compases que enriquecen la vida, estremecen al cuerpo e iluminan el alma. Al ritmo de alguna bebida, de una buena pasta o una exquisita lasaña, la noche se va acentuando y el viaje mejora con la música en vivo.

Físicamente underground, al estar ubicado en el sótano de un antiguo banco del Centro Histórico de la Ciudad de México, el Zinco jazz club se caracteriza por su espíritu clásico y concepto posmoderno y vanguardista. Las luces tenues de las velas descubren las mesas y la barra que, en conjunto, apuntan en dirección del pequeño escenario exclusivo para los exponentes del género nacido en Nueva Orleáns. Grupos nacionales e internacionales se han dado cita en el sótano de Motolinía 20 y le han construido, a lo largo de sus tres años y medio de existencia, el prestigio al que ha llegado.

El Zinco abre sus puertas de miércoles a sábados, de 9pm a 3am. Con reservación previa y sin necesidad de pagar para entrar (dependiendo la ocasión), ni consumir para observar, escuchar y experimentar; el club de jazz más famoso del Centro, logra que la ciudad de la música improvisada subterránea se mezcle con las avenidas y entrelace sus notas con los edificios coloniales.
El servicio es digno de resaltar. La amabilidad y prestancia, permiten que en el ambiente se mantenga la armonía propiciada por la música de algún invitado sobresaliente y por los aromas, que crean e imprimen en el antro el Chef ejecutivo Darío López y el Chef Jesús Sánchez. Una variedad no tan amplia, pero suficiente y deliciosa, es la que se ofrece en las cenas del Zinco. Tacos, brochetas, salmón, pastas, ensaladas y algunos postres, se cocinan detrás del bar que invita a los visitantes a consumir un refrescante mojito o bien un tradicional whisky, del que se presume la amplia gama de excelentes proveedores.

Con algunos platillos conviene combinar vino tinto o blanco, que a veces se incluyen en algún alimento. Los precios oscilan entre 60 y 150 pesos, dependiendo el tipo de comida que se ordene.

El bajocentro, como se autodenomina el club que dirige como gerente Raymundo Herrera, crea un escenario magnifico para el jazz y sitúa al cliente en una esfera donde cosas singulares suceden. Desde la interpretación del jazz clásico, hasta los límites del progresivo o fusión. Todo se acepta e impone de manera sencilla y tranquila. Sitio que se propone como ideal para los que buscan un espacio de apreciación y degustación de un alto nivel, que sin duda cumple con los rangos requeridos para lograrlo.

Los cuatro socios restantes que forman el consejo de dueños del bar, entre los que destacan el trompetista Eugenio Elías y el antrólogo Ernesto Zeibi, tuvieron la osadía de tomar el concepto de un lugar en Nueva York llamado Zinc, adaptarlo a nuestra cultura y arriesgarse a implantarlo en el Centro de la Ciudad. Así, el Zinco se posiciona cada vez más entre el público conocedor, que busca espacios para disfrutar del singular ritmo del jazz, y los inexpertos, que sin objeción y sin poder hacer otra cosa más que sacudir el pie al compás de la noche, disfrutan de la alegría profanada por el sonido abstracto del Zinco.

viernes, 13 de febrero de 2009

Sobre el fútbol de España...


No sólo es el hecho de que hayan ganado la UEFA el verano pasado, o que su liga figure entre las mejores del mundo, ni que el Barcelona esté marcando época con su estilo de juego.

Con la victoria del miércoles, la oncena de Vicente Del Bosque llegó a 29 partidos sin perder, racha que presume de 16 victorias al hilo.

España es un equipo imparable, intratable. Su estilo de juego es una comunión entre lo bueno que dejó Aragonés y las ideas frescas y ganadoras del otrora técnico blanco, Del Bosque.

Una defensa que no pasa nadie, bien estructurada y con el mejor portero del orbe. La media cancha más técnica y que mejor trata al balón, que se conoce a la perfección y una delantera envidiable.

El equipo rojo ha sabido manejar con excelencia el vestidor y aplicado con maestría el cambio generacional que se avecinaba hace algunos años. Las bases del juego español radican en el fútbol total, la comunión de sus partes y el respeto por cada pieza del equipo.

Es fundamental la columna vertebral que ya tiene varios años defendiendo los colores ibéricos. Iker Casillas, Ramos, Puyol (que no apareció en el juego de ayer), Xavi, Sena, Alonso, Iniesta, Villa y Torres.

El juego cerebral de España sorprende a propios y extraños y pone a temblar a las potencias de cara a Sudáfrica.

Por lo pronto Inglaterra ha sido una victima más del poderío español. Ni con un Beckham completamente renovado, ni con las “sorpresas” de Capello, que lo terminaron despistando a él. Y es que Inglaterra saltó al terreno de juego con promesas y poca imaginación. España se los comió de inmediato.

Ése poder del centro del campo español marcó la diferencia. El doctorado que tienen Xavi y compañía es de alta categoría. El resto del mundo se rinde a los pies de un conjunto que se adueña del balón, que tiene un romance con el deporte y que parece ser invencible. El juego bonito, y la calidad en el terreno han traspasado fronteras. Se despide de las amazonas para instalarse en la península ibérica.

jueves, 12 de febrero de 2009

Un nuevo camino

Comienza un laberinto, el rumbo es hacia adelante. Las noticias, opiniones, dramas y ficciones de la vida nacional enredan las perspectivas, las atan y no las sueltan. El mundo gira pero no sabemos hacia dónde. Gira y confunde nuestros caminos, en ocasiones los entorpece y otras más, las llena de gratitud. Así pues la vida se torna un laberinto confuso, intrigante y complicado. Donde las decisiones son fundamentales, donde las opiniones no pasan desapercibidas. Este espacio caminará dentro del laberinto de la vida, abriendo camino con su andar propio, con su andar necio.

El laberinto es aquella terquedad infinita. El laberinto significa incertidumbre. El laberinto es un camino de sobresaltos, de vaivenes que secuestran la verdad. El laberinto de la terquedad es necio. No olvida, nada pasa desapercibido. Es un enredo que desenreda. El laberinto es la manera más terca de llegar a la verdad.

Nace, pues, un laberinto que contribuye al desenredo, que espera ser un terco caminante y que no sabe lo que es el destino.